martes, noviembre 17, 2015

saludable

pasé gran parte de mi vida intentando
cambiar mi cuerpo.
ahora dejo que mi cuerpo me cambie a mí.

.

cuando sos gorda, te torcés un dedo, y te mandan a hacer dieta.
tenés caspa, y te mandan a hacer dieta.
consultás con la ginecóloga, y te manda a hacer dieta.
no cualquier dieta. dieta para adelgazar, claro. 
muchas veces me pregunté si no les preocupaba cuánto fumaba, si era alcohólica o me drogaba inyectándome kerosene. les importaba QUEHAGADIETAURGENTE, porque eso sí, eso tiene que ver con tu salud y con tu autoestima que necesitás levantar. tenés que quererte, me dijo undía una psicóloga refiriéndose a mi cuerpo. yo estaba atravesando una crisis de vida donde el cuerpo me ayudaba a ESTAR en el mundo. no le importaba ni mi duelo ni mi crisis, parecía que la clave era adelgazar. dejé a la psicóloga sin mucha reflexión en ese momento, sólo porque no era lo que tenía deseos ni fuerzas de trabajar.
por suerte después llegaron lecturas sobre activismo gordx, miradas feministas sobre los cuerpos y mi decisión de hacer de mi disidencia corporal una de mis causas.
y esa disidencia es parte de mi fuerza, hoy. no soy lo que esperan. no soy lo que a veces incluso, me exigen ser.
no soy la que va en contra de su deseo y en contra de su posibilidad de encajar en ningún molde de aceptación social.


no soy la que se sentirá en el cuerpo equivocado. equivocado está el mundo y sus modelos y normativas facistas de belleza y salud. normativas donde cada vez entran menos. donde muchas que entran, lo hacen a costa de su salud física y psíquica. 
cómo puede ser saludable estar torturándose día y noche sintiendo que nuestro cuerpo es FEO, MALO, DESAGRADABLE? 
cómo puede colaborar decirse todo el tiempo que el cuerpo, EL ÚNICO QUE TENGO, habla de mi falta total de autoestima, de mi falta de voluntad? quiénes son para hablar de mí voluntad? para hablar de mí?
por qué molesta tanto una mujer cuándo ocupa mucho espacio?
estoy en este cuerpo. un cuerpo femenino y lésbico que no calza en el molde ni en el gusto de (la gran mayoría) de los varones ni en el gusto de las personas normativizadas. no pretendo entrar ni calzar en ningún lado.
pero si mi energía, mi sentir y mi pensar no entran fácilmente en esta cultura, por qué debería hacerlo mi cuerpo?
un cuerpo que vivió muchos años. que tiene cicatrices, estrías, marcas, huellas. que no tiene ni siquiera la estética del mainstream disidente. un cuerpo que no saben donde poner. que mejor no mirar. que por suerte, no tocan salvo aquellxs que quiero.
mi cuerpo no es para consumo de nadie. para agrado de nada.
y sin embargo, mal que les pese, señores, es un cuerpo que acciona. que baila. que goza. y mucho.
es un cuerpo que está. que me permite estar.
porque ser, cada vez quiero ser menos. quiero estar.
y para eso este cuerpo. así, enorme y gozoso. 
disruptivo y molesto.
cuerpo okupa, al que sólo le debo sanarlo de todas mis palabras de enojo y desprecio cuando lo culpaba de no ser lo que esperaban.

                cuerpo okupa,

                y yo, okupa plena de mi cuerpo.
                acá estamos.
                abriendo un camino a la medida de nuestra extensión.
.
.
.
clodet garcía

No hay comentarios.: